El francés Jean François Gravelet, Blondin, fue el funambulista más célebre de su tiempo, hasta el punto que su apodo se convirtió en sinónimo de equilibrista en el alambre. En 1859 cruzó sobre la cuerda floja la garganta de las Cataratas del Niágara. Después, ante la ansiedad del público, lo repitió más de 15 veces con zancos, dando saltos mortales, con una carretilla, con los ojos vendados y con su representante a hombros.
Con Elena Ojeda, África Egido, Carlos García y Carlos Lapeña