Este capítulo nos hace ver la importancia de no ser formado por la cultura.
La cultura coloca al hombre antes que la gloria de Dios, la cultura prefiere despreciar a Dios
antes que decir palabras fuertes en amor a un hermano que está perdido, la cultura nos
dice que es mejor dejar morir al hermano antes que decir algo que pueda ayudarle a salir de
su engaño, “!hay que ser respetuoso!”
Si Pablo fuera el pastor de una iglsia aquí y le dijera a alguien “¡hay hombre tonto! ¿Quién
te ha hechizado, fascinado y endulzado el oído?”, esa persona estaría buscando una
nueva iglesia, seguramente