Otoño de 1565. Los días de sol abrasador que unos meses atrás golpeaban las tierras de
Getafe, ahora se tornan en viento, lluvia y frío que despojan la escena habitual del lugar. No ha sido
año fácil, y los habitantes de Getafe, conocedores de ello, saben que los meses que les aguardan no
van a ser distintos. Los habitantes de Getafe buscan
refugio en historias de antiguas épocas o se encomiendan a la religión como bálsamo para sus
problemas. Siendo 1 de noviembre, día de Todos los Santos, asuntos como la brujería, hechicería y
saberes de dicha índole, también se pueden escuchar en ciertas conversaciones.