Es simplificar mucho decir que Gianluca es uno
de los nuevos valores de la efervescente escena del trap chileno. Él cita entre
sus referentes a su colega Pedro Ladroga junto a otros como Cecilio G, Yung
Beef y al primer C.Tangana, el de antes de dar el salto más allá de Agorazein,
circa 'LOVE'S (2012). Explica que
el estallido de la escena urbana en España fue un espejo donde mirarse. Pero
resulta que en apenas un par de años está logrando superar a sus maestros. Su
habilidad para articular letras con una profundidad envidiable -además de
trapero también le han llamado sad boy, como a Goa- y especialmente su amplitud
de miras -en este debut en largo colaboran sus compatriotas Javiera Mena y
Gepe- le convierten en un artista que trasciende géneros. No hay más que
escuchar himnos pop con la sensibilidad de 'Serenata'. Sin querer ser icono de
nada, Gianluca es la voz de una nueva generación en su país, la misma que lleva
semanas saliendo a la calle con la fuerza del que se sabe con la razón.
José Fajardo