Las relaciones son eternas. La amistad es eterna. La co-creatividad es la esencia de conocer a
Dios. La co-creatividad tiene el único propósito de crear en la luz lo bueno, lo santo, y lo bello.
Eso que trae la vibración de la verdad y se refleja en el mundo de tiempo, toca al miedo y lo
disuelve, toca a la culpa y la reemplaza con perdón, toca a la resistencia y tensión y la
reemplaza con disposición y paz.
¿Puede haber algún propósito en la existencia sino éste? Por esto fuiste creado en la santa
Mente de tu Creador. Por esto es que has viajado a través de los laberintos de todo lo diferente
del Amor, de forma que quizás en verdad eligieras regresar con perfecta libertad al
matrimonio del Creador y su creación, el divino hijo, la divina chispa.
Pues la unión de Padre e Hijo o Creador y creado es tan íntima y tan perfecta y tan llena con la
perfección del Amor que, en verdad, mirarás y ya nunca más verás donde terminas y el
Creador comienza. Serás como el perfecto amante de Dios, entregado a ese Amor, penetrado
por ese Amor, derritiéndose con ese Amor.
Sin embargo, siempre sabrás que eres lo creado. Eres como la ola al océano, y el rayo de sol al
sol. Te maravillarás con cada aliento. La espaciosidad vendrá a la mente, e inclusive a las
células del cuerpo, en el cual permaneces en la sabiduría — más allá de toda
conceptualización, más allá del alcance de toda creencia, más allá de la esperanza de cada
religión — la realidad del Espíritu viviente, del Dios Viviente.
El Camino de Transformación, entonces, llega a conclusión conforme te sientas calladamente
contigo mismo y miras sobre las pasadas doce lecciones, la introspección, los cambios, los
encuentros casuales. Y aceptas y sabes que el ser — la mente, la percepción que comenzó doce
lecciones atrás — ya no existe, excepto como el eco de una memoria antigua. Y que tú ya
nunca más necesitas invertir el poder de identidad con lo que ha pasado.
El camino de verdadero conocimiento comienza con esto. Ten por seguro, que el tiempo que
pases en contemplación antes de comenzar la parte siguiente de este curso — el cual será
conocido como El Camino del Conocimiento — es tu transición final, pero si estás dispuesto a
Este es el tiempo en el que puedes alejarte del pasado y no mirar nunca más atrás. Este es el
tiempo en el cual puedes entrar en la luz del futuro de tu propio destino personal, sostenido
en las manos de un perfecto y amoroso Creador que tiene ya un plan para ti, o no habrías
nacido. ¡Ya que ciertamente no eres un accidente!
Este tiempo antes de comenzar El Camino del Conocimiento es el más crítico para ti. Pues
sólo depende de ti, solo, para decidir reconocer la Verdad, para decidir con que estás
comprometido — la voz del Espíritu Santo o la voz del miedo.
¿Estás comprometido a usar todas las cosas del espacio y tiempo para reafirmar la vieja
creencia de que estás separado de Dios?
O ¿Usarás las cosas del tiempo — para permitirle al Espíritu Santo usarlas por ti — para
demostrar que estás en el mundo, pero sin ser de este mundo? Ya no eres poseído, o le
perteneces al mundo, sino que le perteneces a esa voz del Amor que te ha creado y enviado
La palabra es sólo esa vibración en la cual paz, perdón, y conocimiento permanecen. La
palabra es como una vibración, una ola que emana de lo profundo del océano que habla de lo
bueno, lo santo, y lo bello. Mira sobre todas las cosas del espacio y tiempo — inclusive sobre el
cuerpo — y no ve nada a que temer. Pero ve todas las cosas en su perfecta, inofensiva
inocencia que posee y abraza la totalidad de tu perfecta libertad.
Eres Espíritu puro. Eres como el viento. No puedes poseer ni ser poseído, pues perteneces al
Creador. El Amor te abraza. El Amor te penetra. Y no oyes otra voz sino la voz del Amor. A
través de tus ojos brillará una luz tan clara — pues en verdad, los ojos son las ventanas del
alma — que a través de ti puede comenzar a emanar la Verdad que es verdad siempre. Y no
temerás mirar a los ojos de un hermano o hermana y decirles a ellos:
Soy Ese Uno enviado del Padre. Y si estoy contigo en este momento, mi único propósito es
estar presente como el Amor — contigo, para ti, para nosotros, y para toda la Filiación. Ésta es
la elección que hago. Éste es el ser que traigo. Ésta es la verdad a la que soy devoto. Te traigo