Esta es una historia como ninguna otra: un Reino –que en realidad no lo es– Unido –quizá no tanto– que actúa pensando en proteger sus riquezas, su cultura y su identidad para mantener un “liderazgo” que todos los demás sabían que había perdido, en gran medida, después de las temidas guerras. Este cuento quizá no tiene dragones, ni princesas, mucho menos príncipes encantadores, pero si una fuerte tensión y un gran conflicto de intereses. ¡Ponte tus audífonos, cierra los ojos y bienvenido al Brexit!