Una frase muy común entre nosotros en los servicios funerales es: “Somos hijos de la muerte”. Esta frase afirma lo común, real y universal que es la muerte entre nosotros los seres vivos. ¡Pero al principio no fue así!
Las Escrituras nos enseñan que en el principio Dios creó al hombre para que viviera, y para que viviera en plenitud. En este mensaje, “El fin de la vida”, pretendemos abordar la muerte como consecuencia del pecado, sus repercusiones en el ser.