Dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Pero, ¿qué de los que no quieren oir teniendo la capacidad de hacerlo? Millones de personas alrededor del mundo rechazan, voluntariamente, la Palabra de Dios cuando se les presenta. Este delicado problema no es nuevo, viene desde hace siglos. Busca tu Biblia, libreta de anotacionmes y leamos 2 Timoteo capítulo 3 y tambien Hechos, capítulo 7.