Sigamos leyendo lo que David expresa en el Salmo 38. Es bastante explícito, duro de leer, pero, si somos sinceros, debemos admitir que en algún momento de nuestras vidas nos hemos sentido así de mal, de terrible y doloroso, como David se sentía en esos momentos. Biblia en mano y has anotaciones, te vendrán de gran uso en el futuro, para ti o para alguien que conoces.