Groenlandia ha vuelto al foco de interés internacional. Donald Trump no ha tomado todavía posesión de su cargo y ha vuelto a declarar, como ya hiciera en 2019, su interés por controlar la isla, para lo que no descarta, dice, el uso de la fuerza militar. Dinamarca ha reaccionado recordando que el territorio no está en venta y el primer ministro groenlandés Múte Bourup Egede mencionaba el asunto en su discurso de Año Nuevo hablando del gran interés que está despertando su isla y mencionando la cooperación y el comercio exterior con sus vecinos, pero también que esto tiene que asegurar el camino hacia la independencia. Y es que este año se celebran elecciones en el país con la opinión pública dividida en temas como la total independencia del país de Dinamarca o la conservación y la explotación minera. Conviene recordar que Groenlandia fue colonia danesa hasta 1979, cuando se convirtió en territorio autónomo. Desde 2009 tiene derecho a reclamar su independencia mediante referéndum (cosa que aún no ha hecho) y, desde 2010 toma sus propias decisiones respecto a sus recursos, aunque aún recibe cada año 500 millones de euros de Dinamarca.