Share Grupo SonDos
Share to email
Share to Facebook
Share to X
El Espíritu de Dios está junto a cada verdadero escudriñador de la Palabra de Dios, capacitándolo para descubrir las gemas escondidas de verdad. La iluminación divina acude a su mente, estampando la verdad en él con renovada y fresca importancia. Rebosa de un gozo nunca antes experimentado.
La fe es necesaria tanto en los asuntos más pequeños como en los mayores de la vida. En todos nuestros negocios y nuestras ocupaciones diarias, la fuerza sustentadora de Dios llega a ser real para nosotros por medio de una confianza constante.
La fe significa confiar en Dios, creer que nos ama y sabe mejor qué es lo que nos conviene. Por eso nos induce a escoger su camino en lugar del nuestro. La fe que nos capacita para recibir los dones de Dios es en sí misma un don del cual se imparte una porción a cada ser humano. Aumenta a medida que se la usa para asimilar la Palabra de Dios. A fin de fortalecer la fe debemos ponerla a menudo en contacto con la Palabra.
Alcanzar el éxito en todo lo que hacemos día a día es una tarea difícil. En muchas ocasiones, el sentir que no podemos hacer lo que hemos planeado, nos desmotiva. Como seres humanos, siempre buscamos la excelencia. La clave está en la Fe.
¿Por qué es tan necesario tener Fe en nuestras vidas?
¡Escucha nuestro podcast!
El Hijo de Dios no sólo se entregó como sacrificio por el culpable, como Redentor por el perdido, sino que por medio de El todo es nuestro. Quienes tienen fe en Cristo, quienes son obedientes a su instrucción, conocerán por experiencia la inmensidad del poder que nos da testimonio constante de que somos de Cristo, y de que Cristo es nuestro. El Salvador nos ha dado el título de nuestra herencia, y de este modo estamos en ventaja, gracias a que hemos escogido a Cristo como nuestra porción.
Cuando hablarnos de la fe debemos tener siempre presente una distinción. Hay una clase de creencia enteramente distinta de la fe. La existencia y el poder de Dios, la verdad de su Palabra, son hechos que aun Satanás y sus huestes no pueden negar de corazón.
No hay tiempo o lugar en que sea impropio orar a Dios. No hay nada que pueda impedirnos elevar nuestro corazón en ferviente oración. En medio de las multitudes y del afán de nuestros negocios, podemos ofrecer a Dios nuestras peticiones e implorar la divina dirección.
Hermanos y hermanas, recuerden que estamos viviendo en los umbrales del mundo eterno. Los casos de todos están siendo tratados en las cortes celestiales, y es el momento oportuno para abandonar el pecado y obrar fervientemente para salvar a tantos como sea posible.
Deberíamos aprender ahora a conocer a Dios, poniendo a prueba sus promesas. Los ángeles toman nota de cada oración ferviente y sincera. Sería mejor sacrificar nuestros propios gustos antes que descuidar la comunión con Dios.
Confíen enteramente en Dios. Oren, oren, oren, oren con fe. Confíen entonces la protección de su alma a Dios. La mantendrá junto a sí hasta aquel día. . . Confíen plena y abiertamente en Dios.
The podcast currently has 10 episodes available.