Cada vez más se está poniendo más de moda un turismo de terror, donde la ‘caza’ de historias de miedo, leyendas terroríficas y casas abandonadas es el objetivo. Este turismo es especial para aquellos que buscan algo diferente más allá de las playas, las rutas culturales y gastronómicas o el ajetreo de una ciudad.
Esta nueva tendencia se le conoce como ‘turismo de terror‘, y no es apta para cardíacos. Está diseñado para fans de historias de miedo, amantes de las casas abandonadas y hoteles en cuyas habitaciones sucedió alguna desgracia.