Estos días el Señor me ha estado llamando a renunciar a todo por amor a su nombre. Cuando decidimos por Jesús, vamos a recibir rechazo, abandono e incomprensión. El amor a servir a Dios y seguirlo nos lleva a dejar todo lo que nos puede detener de cumplir nuestro propósito para el Señor. Ya no buscamos ser aceptados por los demás, buscamos ser movidos para que muchas personas lleguen a Cristo y experimenten lo que Jesús puede hacer en sus vidas, tal y como lo ha hecho en nosotros.