Mis talentos son para ti, para tu beneficio, y usándolos para tu beneficio, Dios es glorificado y yo soy desarrollado. El crecimiento requiere desarrollo, y el desarrollo ocurre cuando doy a conocer lo que Dios ha puesto en mí. Aunque hay una diferencia entre los dones espirituales y los talentos naturales, ambos son dados por Dios al individuo. En ambos casos, se requiere desarrollo. Decidir no desarrollar lo que Dios ha puesto en tus manos sería una gran tristeza.

1 Timoteo 3:6 "no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo."

Nuestra vida privada debe honrar a Dios. ¿Sera posible que nuestra vida privada traiga vergüenza a la iglesia mientras trabajamos en el liderazgo? Verdaderamente, esto no le da gloria al Señor.

La porción Bíblica considerada en esta grabación fue 1 Timoteo 3: 5.

Nuestras acciones deben coincidir con nuestros objetivos. Y si nuestro objetivo es ser un líder en la iglesia, entonces las decisiones que tomemos deben coincidir con esos deseos.

Mientras Pablo le escribe a Timoteo, le brinda 15 características que son necesarias para que una persona que desee una posición de liderazgo posea.

Ser optimista no es lo mismo que tener fe, aunque existen algunas similitudes entre ambos. Hebreos 11:1 dice: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve." Similar al optimismo, la fe espera un resultado positivo, sin embargo, la base de la declaración es diferente.

El día 9 de Septiembre del 2020, Miguel Lebrón predicó bajo el tema ¿Cómo mantener la esperanza?

Los ataques del enemigo no son asia nuestra fe. Creo que los ataque del enemigo están dirigidos a nuestra esperanza. Es mi intención presentarle porque creo esto, ya que estoy convencido que si el enemigo logra hacer una grieta a nuestra esperanza, podrá entonces hacernos dudar de nuestra fe y sobre quien la hemos puesto.

En esta grabación, Miguel habla sobre la necesidad de transparencia con nuestros seres queridos pero también con nuestro Creador.

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Treinta era la edad en que un sacerdote podía comenzar a ministrar (Números 4: 3). Fue a los 30 años cuando Jesús comenzó su ministerio, José comenzó a gobernar sobre Egipto, David comenzó su reinado y Ezequiel comenzó a aprovecharse.

Eze 1: 1 dice: Aconteció en el año treinta, en el mes cuarto, a los cinco días del mes, que estando yo en medio de los cautivos junto al río Quebar, los cielos se abrieron, y vi visiones de Dios.

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En esta grabación, Miguel Lebrón habla sobre algo que hemos aprendido durante la pandemia.

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