En esta ocasión yo no tuve otra opción mas que estar quieta y sentir físicamente el dolor y mentalmente la ansiedad. ¿Por qué no somos así con nuestras decisiones emocionales? ¿Por qué nos acomodamos en esa ansiedad, en esa incomodidad, en esa incertidumbre por meses? Solo estamos alargando un dolor porque no es visible físicamente. Pero si ese dolor tuviera una cara, tuviera un color, tuviera una forma, tal vez ahí le pondríamos atención.