Episodio número 7 de Happy Mama: Moviéndonos del Miedo a la Fé
Muchas veces tenemos ante nosotros la oportunidad de nuestras vidas y por miedo y falta de fé -de no poder ver más allá-nos aferramos a algo que ya no nos sirve y nos perdemos de algo que puede resultar mucho mejor incluso para hacernos crecer y ser mejores seres humanos.
Y otras veces por algo que nos ha herido profundamente y nos ha causado un dolor profundo, una decepción o un desacierto de alguien que representa mucho para nosotros pasamos a un lugar de inmenso dolor, y este dolor se convierte en miedo. Miedo de dejar ir o perdonar y que vuelva a pasarnos lo mismo otra vez.
He dicho otras veces que las cosas que más valen la pena son las que representan más riesgos y para poder experimentarlas debemos de pasar del miedo a la fé y decidir renacer. Y como dice Yung Pueblo renacer no es más que ese momento donde decidimos retomar nuestro poder personal para movernos hacia la libertad.
Estas son las tres cosas que me ayudaron a dar ese paso del miedo a la fé:
1.- Hacerme consciente del dolor que siento y dejar ir.
2.- Ser sincero conmigo mismo en el sentido de identificar qué es lo que quiero--no lo que quiere mi ego--y hacia donde quiero moverme o qué quiero crear a partir de esta experiencia.
3.- Y para que las dos primeras puedan suceder es preciso entonces hacer el trabajo de darme tiempo para sanar y luego tomar acción.