Es evidente: el Nuevo Pacto no es algo muy diferente del Antiguo Pacto hecho con Israel en el monte Sinaí. De hecho, el problema con el pacto del Sinaí no era que fuera antiguo o anticuado; el problema era que se había roto (ver Jer. 31:32).
Es evidente: el Nuevo Pacto no es algo muy diferente del Antiguo Pacto hecho con Israel en el monte Sinaí. De hecho, el problema con el pacto del Sinaí no era que fuera antiguo o anticuado; el problema era que se había roto (ver Jer. 31:32).