Algún día tendré una historia que contar. Y tú también. ¿Cuál será tu reacción
cuando un día de estos mires hacia atrás y veas tu historia de amor? ¿Traerá a tus ojos
lágrimas de gozo, o lagrimas de remordimiento? ¿Te hará recordar la bondad de
Dios o tu falta de fe en su bondad? ¿Será una historia de pureza, fe y amor
desinteresado, o será de impaciencia, egoísmo y traición a tus convicciones? Le
decisión es tuya.
Te animo (y me lo recuerdo a mi mismo otra vez) a que con tu vida escribas una
historia de amor de la cual te sientas orgulloso de contársela a otros.