La caída de Primo de Rivera arrastró a la de
Alfonso XIII, que dimitió después del resultado electoral del 14 de abril de
1934. La intención del Rey era volver al sistema de la Restauración, de ahí que
primero se convocasen las elecciones municipales: se pensó que el resultado
sería más fácil de manipular. Por tanto, la República llega después de que
hubiera fallado el sistema de la Restauración y la dictadura de Primo de
Rivera.
La crisis del 29, que comenzó con el crack de
Nueva York, sacudió toda Europa y fomentó el auge de los movimientos
totalitarios. Es en este contexto en el que se proclama la República, la crisis
perjudicará su implantación.