Los frutos silvestres y los arándanos en particular han jugado un papel importante en la historia de la humanidad. Durante miles de años cuando el mundo se reducía a bandas o tribus de cazadores – recolectores, los frutos silvestres constituían una parte fundamental de la dieta.
Incluso después del desarrollo de la agricultura, las bayas siguieron siendo un complemento vital para todas las culturas, nos solo como base de alimentación sino también como remedio medicinal.
De entre todos los frutos silvestres el arándano, ha sido uno de los más exitosos sobre todo por su gran nivel nutritivo, ya en los imperios griegos y romanos, usaron diferentes partes de la planta del arándano no solo como base de su alimentación, sino también como remedios para tratar sus dolencias y enfermedades.
Quien nos iba a decir hace años, que el arándano, iba a ser uno de los alimentos presentes en nuestra dieta diaria.
Dicen que “la salud entra por la boca” y en Asturias podemos decir que tenemos uno de los mejores arándanos.
Hoy el Vaccinium, la baya o el arándano, llámenlo como quieran, forma parte ya de nuestra dieta y por ende de nuestro paisaje más asturiano.