El teatro callejero consiste en la convicción de un espacio de reflexión para todos, uno donde constantemente se están retando los límites entre los actores y el público, entre la ficción y la realidad. Alrededor de todo el mundo, a lo largo del tiempo las personas han utilizado calles, plazas y mercados para narrar historias, comunicar ideas y generar una conversación entre las personas finitas y los personajes trascendentales.