A partir del siglo 16, las mujeres nobles o de linaje acomodado, en un principio, empezaron a usar máscaras para mantener sus pieles pálidas y proteger sus pieles hasta que poco a poco se convirtió en un juego de anonimato, misterio y sexualidad, que puso en jaque a las sociedades altas y a las más bajas, convirtiéndose en una de las historias mas extrañas de la moda europea.