Cuando Carlos vio a los delincuentes disparar contra la puerta de su local, se dio cuenta de que estaban hablando en serio. Entendió que más de quince años de trabajo arduo habían llegado a su fin, al menos por un tiempo. Esta es la historia de cientos de pequeños empresarios peruanos que sufren amenazas contra sus vidas y que hoy se ven obligados a cerrar sus negocios.