Hojuelas con Miel

La respuesta es personal. Ya sea para la salvación, para la entrega o para el servicio, la última palabra la tienes tú en cuanto a tu relación con Dios. Escucha esta meditación en la Palabra De Dios y que sea Él quien te hable y te bendiga.

De las muchas oportunidades que Dios pone delante de nosotros, algunas las reconocemos fácilmente, pero otras no. Hay dos tipos de oportunidades que son de las más difíciles de aprovechar en nuestra vida, que son la oportunidad de “apreciar” y la oportunidad de “cambiar”. Escucha estos cinco minutos y deja que Dios hable a tu corazón. Dios te bendiga.

La persona que ha creído en Cristo como Señor y Salvador ha recibido una nueva naturaleza, una que viene de arriba, del Padre. Sin embargo, aún tenemos la responsabilidad de elegir si quien dirige nuestra vida es la nueva naturaleza recibida de Dios o aquella que es nuestra naturaleza. Escucha esta meditación sobre la naturaleza del hombre tomada de la Palabra de Dios, y permite que Él te hable y te bendiga.

¿Cómo te presentarías ataviado delante de alguien muy, muy importante? Con lo mejor que tuvieras, seguramente; ¿cómo nos vamos a presentar vestidos delante de Dios? Escucha lo que la Biblia dice al respecto, y deja que Dios bendiga tu corazón con su luz.

Todo el tiempo nos estamos preparando para algo, aún podemos estarnos preparando o encaminando hacia aquello que decimos que queremos evitar. Meditemos en la preparación para el momento más importante que tenemos por delante: Nuestro encuentro con Dios. Escucha lo que la Palabra de Dios tiene para ti. Dios te bendiga.

Dios no tiene problema para guiar a su voluntad a quién decide escuchar. “Oye, hijo mío, y sé sabio, y endereza tu corazón al camino”. Un corazón sensible siempre empieza con un oído sensible. Dios te bendiga.

Cuando lo que Dios nos pide contraviene nuestros planes, cuando nuestras ideas parecen mejores que las que Dios nos propone, tenemos la opción de avanzar en confianza o retroceder en frustración. ¿Qué vas a escoger tú? Escucha lo que Dios tenga que decirte. Dios te bendiga.

El libro de Apocalipsis termina con esta declaración del Señor Jesucristo: “Ciertamente vengo en breve”. La respuesta de cada uno a estas palabras definirá nuestra manera de vivir. El creyente fiel, el cristiano que se encuentra velando y esperando por ese momento vive con este ardiente anhelo “sí, ven, Señor Jesús”. Escucha esta breve meditación y anhelo que Dios bendiga y aliente tu corazón.

“Ví descender del cielo, de Dios, la nueva Jerusalén, dispuesta como una esposa ataviada para su marido”. Apocalipsis 21:2, 10.

“Nosotros esperamos, por la Palabra de Dios, cielos nuevos y tierra nueva…”. En Cristo todas las cosas son hechas nuevas, y tal como lo hizo con nuestra vida, Él tiene preparadas para nosotros maravillas adelante.