En 1976, en Madrid (España), nacía David Manso. El gran amigo a la distancia que me regaló la vida. Que no por estar lejos no me conoce como a nadie, ni se niega al ingenio de postularse cercano.

David: El de los ases y los ángeles, escondidos bajo la manga. Pero nunca indiferentes, ni lejanos, ni rendidos.

Bastó un poema (el que les traigo), de su libro "Corazón de espinos y amapolas", para ponerme en su bolsillo y entender (¡bienaventuranza!) que hablábamos el mismo lenguaje.

Después todo fue -y sigue siendo- adentrarme en sus páginas, una y mil veces, y observar desde allí un paisaje de versos y haikus, por demás de bien logrados e impolutos.

Que aunque vayan y vengan sobre el dolor y el cansancio de estar vivos, y la sensualidad (o los espinos) de lo que acechamos o nos acecha (amapolas), son conscientes de que nuestra victoria quizá no sea otra cosa que seguir vivos.

"Y estoy triste, ya lo sabes,

porque en algunos momentos,

huyendo de lo mundano,

quisiera meterme dentro,

formando un apretado ovillo,

pero ya no puedo hacerlo".

Te envío un enorme abrazo de oso, querido, Amigo. Gracias por recordarme el dolor que siento y el amor al que aspiro.

❕🥇 🍃🧠✨🌈 más despacio, cerebrito, esto vale oro 🥇✨🧠🍃❕🌈

Si fuésemos, realmente, conscientes de que el otro no es un objeto... sino un espíritu encerrado en un cuerpo, quizá seríamos más cuidadosos a la hora de acercarnos.

Puede que fallemos, a menudo, en los tratos. Pero nunca es tarde para firmar nuevos papeles y hacer consciente lo que antes pasaba desapercibido.

Que si me enamoran, yo también soy capaz de enamorar. Entonces medir el intento o el impacto.

Que si hay agua o fuego en mis bolsillos, yo también puedo quemar o inundar. Entonces con las manos hacer un cuenco. Pa' recibir lo que vuelve, después de la chispa o el baldazo.

Ser, en demasía, claros y sujetados por nuestros deseos... puede que nos acerque y exija control, al mismo tiempo.

Es decir: si sé que quiero algo, voy a tratarlo con sumo cuidado y acercarme como quien se acerca a un niño recién nacido. Sabiendo que el más leve descuido puede descuidarlo.

Eso también es amar.

No descuidar -ni mucho menos ilusionar- si no vamos a hacernos cargo, del espíritu y del cuerpo, del otro (o la otra) que también senti-piensa y es parte, ineludible, de las consecuencias de nuestros actos.

Cuando lo asimilo, puedo perdonarme la vida y ser alguien completamente distinto.

Alguien que seguramente volverá a equivocarse. Pero ésta vez con mayor, o mejor, aprendizaje.

Te deseo que si no vas a usar algo lo dejes donde está.

Y que toda la claridad del mundo te invada, por los cuatro costados. Primero en vos y después en los demás.

Nunca es tarde para ordenar un desastre.

Hacer nuestra parte será la osadía.

Y por qué no... el alivio que nos cura.

♥️ Gracias por leer hasta acá.

🖊️ Agustina Ferrand

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1, 2, 3... probando ¡SALTO! 🗣️✨🍃 Dejáme un comentario si te gusta que hable así, sin leer y sin chistar. 🫣✨🌈 Cuando dije "didáctico" quise decir "lúdico", el resto... bastante sensato. 🫶🏻✨🌈

QUE LO DISFRUTEN, con mate en la mano y el alma atenta 🤍✨🌈 hasta que lle* lle* llegue* y no se vaya la Primavera 📻

Septiembre es el "Mes Mundial de la Prevención del Suicidio", aquí mi aporte

gracias Radio 10 Santa Fe por la oportunidad (y responsabilidad) enorme de leer en voz alta PA' QUIEN DESEE ESCUCHAR (me) 🫂 te mando todo el amor, además, querida Monica Laurencena GRACIAS por regalarme tus versos, tan comprometidos y sensibles

Y BUENO: Camila Bordonaba TE AMO 🫠

del amor yo sólo sé que te sigo amando

👉🏻👈🏻

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Las almas también se agotan, no sólo la mente o el cuerpo se cansan.

Así como las plantas se ahogan, si les das mucha agua, las almas también se abruman, si les acercas mucho el hocico.

Y cuando llegan al límite, por no haber podido hablarlo antes, se marchan, pegan un grito, juntan sus cosas y buscan los bosques de algún clavel encantado, para alivianar la carga.

Sucede que sostener un vínculo es llevar una mochila, repleta de vocales y consonantes. Y a veces se mezcla todo, y no sale lo que el viajero desea como destino.

Aunque la intuición siempre susurra. Desde el cuerpo, que es el radar número 1.

El cuerpo es el mejor consejero, el amiguito más sabio.

Desearía que nadie tuviese que quedarse en un lugar o en un vínculo, cuando el cuerpo y el alma les dicen "BASTA".

Benditos sean aquellos que, vaya a saber bajo el manto de qué propósito, construyeron sus peldaños y empezaron a subir, aunque la escalera sea prestada.

Encaminados sean, entonces, los que están lejos de casa.

La naturaleza no se esfuerza por alcanzar nada. Sabe que está hecha de etapas.

Te devuelvo lo que nunca te pedí: las interpretaciones erróneas y las ideas que, en tu mente, supiste hacerte de mí.

Dame vos aunque sea la paz de que una vez fui feliz, no por la sangre, ni por las mañas. Sino porque "acerté" con la botella y el mensaje. El único rayo impiadoso por el que me dejo atravesar.

🩹♥️ Agustina Ferrand

📖 "Del amor yo sólo sé que la quería"

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y volvé siempre que necesites.

Hacer de lo cotidiano algo extraordinario tiene mucho que ver con tener las antenas sintonizando los colibríes que llegan y velozmente se van.

De nosotros depende qué tanto perdura el aleteo de quien viene y, de repente, ya no está.

Amar a un colibrí o a una mariposa-señal nos direcciona hacia el presente. Es decir: nos ancla en lo que somos y en lo que hay. También en lo que no se ve, pero encuentra su manera de llegar.

Moriré de alas como éstas,

y de azúcar inclinada hacia la tierra.

Hasta que los diminutivos sean símbolo de ternura absoluta y no de "menosprecio", "ironías malditas" o "juegos de poder, en los que siempre alguien o algo pierde dignidad".

"Agustinita", me decían algunas.

Y yo nunca supe entender muy bien por qué.

Siempre quise comunicarles que, en todo caso, más que una niña (pequeña) me estoy transformando en una (gran) mujer.

Y eso es pasar del ritual, vital para el espíritu, a la vida en la calle, completamente caótica. Una vida de la que deberemos cuidarnos a cuatro ojos, por cierto, o mirarla en retrospectiva, para analizar qué es lo que yo -desde mi llegada a casa- puedo senti-pensar y darle a los demás.

O mejor aún, qué es lo que yo desde mi dulzura derrapante puedo aceptar y acepto recibir.

Que cada quien le pregunte a las flores sus preguntas.

Que ellas, a diferencia de nosotras, siempre querrán ser florcitas.

Por eso son superiores. Porque en su pequeñez todo lo alumbran.

🌷🌸🌹🌺🌻🪻🌼🏵️💐

🖊️ Agustina Ferrand

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te deseo un reloj que cierre la boca y los ojos (aunque más no sea los sábados o los domingos)

y tan sólo una rosa en tu planeta, para que vos te encargues de ella y la cuides

habrás de entender que hay que regarla con alimentos salados y dulces

también con música y preguntas afines

pa' que la charla sea elegante y el silencio sea dichoso

te deseo que enfoques toda tu atención en la rosa que te fue dada

para que la custodies (no para que la vigiles)

y entonces, a tu rosa, podrás hacerle nubes algodonadas de todos los colores

vientos huracanados con todos los aromas

y texturas supersuavecitas para que nada (ni nadie) la lastime

será tu deber creer en tu rosa mucho más que en vos mismo/a

y verás cómo crece y resplandece de pétalos

a los pies de tu dedicación y tu confianza

haceme caso, dale a tu rosa la tierra fértil y el agua

y verás cómo ella te sorprende

y te pone papitas (con ketchup) en un plato

y modismos y modistas en lo roto (irreparable)

serán ratones impecables tus días

o, en el mejor de los casos, duendes

que devuelven medias, bombachas, billetes

o sonrisas

dedicale tiempo y verás: serás eterno/a

trascenderás lo mundano y serás el infinito

vos, la regadera y tu rosa

tu rosa, la regadera y vos

hasta que Dios diga "basta, se terminó el amor"

y otra vez el mismo cuento

juntar la regadera del piso, limpiarla, llenarla, arrancar la maleza de los alrededores

decirle "hola" nuevamente a tu rosa

y retomar la danza de los lazos adquiridos

🖊️ Agustina Ferrand

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Muchos me preguntan o se asombran del vínculo tan cercano, o afín, que tengo con mi madre. Debo admitir que somos muy diferentes. O bien, más claro echale agua, lo particular de nuestros años o de nuestros tiempos vividos es una mochila de la que sacamos distintos elementos. Quizá donde ella saca un rastrillo para juntar las hojas del patio. Yo saco un block de hojas y unos gloriosos fibrones pa' alumbrar mi vida. Rodeadas de hojas estamos. Por eso quizá la brisa.