Los problemas se han resuelto!!! Esa es la promesa que el maestro transmite en esta práctica, si es que... has hecho tu tarea de identificar el problema. Si existe un solo problema, eso lo dijimos la sesión pasada, entonces solo existe una sola solución. Ahora que sabes cual es enfócate en la solución, deja que esta se abra y se capaz de recibirla. Y cómo? Podrás preguntar, pues simple, confía, ora desde la certeza que fuiste escuchado, y desde el punto de aquello que tú eres, de reconocer que vales la pena, que eres hijo de Dios. Estás listo para recibir?