No sé si estoy dispuesto a aguantar a Héctor de Miguel hasta los 72 años, que este tiene pinta de aguantar hasta el final. Pero bueno, al menos Pretty está en Valencia, y eso es bueno. Ah, y han pillado el portátil de la abogada de Ayuso camino a Marruecos. Yo ya.

Con toda la peña que se ha ido a Washington a cubrir lo de Trump, nosotros no podíamos ser menos. Espero que Jose vuelva con comida. Pero en nuestra querida patria también han pasado cosas: se ha hecho algo en Extremadura con Pretty, Feijóo ha hablado de "politiqueo" y el PSOE va a controlar nuestras mentes con el nuevo presidente de Telefónica.

Mientras practicamos para representar a España en la nueva disciplina olímpica, las cosas siguen revueltas en España y fuera de ella: La investigación sobre el Lover por fin se centra en el Lover, Mazón sigue usando su dedo para adjudicar dinerito e Israel hace la traca final antes de la tregua. Ah, y cuidado con los programas de conversión. Yo os dejo el aviso.

No vale volver el lunes y que los políticos la hayan liado tanto. El PSOE buscando la solución al problema de la vivienda en la ayuda al propietario, Mazón recibiendo el aplauso más falso que se haya visto y Feijóo sudando la gota gorda con Alsina. ¿Y vosotros pretendéis que saquemos una sonrisa? Por vosotros lo hacemos.

Muchas cosas para ser jueves, ¿no? Mazón le echa la culpa al Gobierno de que no lo quitara de en medio durante la DANA, Feijóo haciendo cosas de Feijóo, María Corina Machado convocando una manifestación por Venezuela porque se aburre, supongo, y Manos Limpias dando trabajo a algún juez para que investigue algo que ya se ha desmentido sobre el hermano de Pretty. ¿QUÉ MÁS QUERÉIS?

Nos hemos gastado casi todo el presupuesto del programa en el regalo de cumpleaños del viejo, que tampoco es mucho. Lo que queda se lo ha llevado Franco Polo, que ha venido ha quejarse porque se celebra el aniversario de su muerte y no su cumpleaños. Trump quiere conquistar Groenlandia porque necesita casito y Héctor se presenta para ser presidente de RENFE. Menuda vuelta a la rutina, ¿eh?