En la antigüedad había diez soles. Al principio, los soles hacían guardias por turno. Luego, se les ocurrió trabajar al mismo tiempo. Con diez soles en el cielo, los animales, las plantas y los seres humanos no sobrevivirían. Un héroe llamado Hou Yi disparó flechas a nueve de los soles. Desde entonces, sólo hay un sol trabajando para la humanidad.