El deporte, como todo en la vida, puede resultar muy duro, frustrante, una maldición de la que no se puede salir, pero también, como todo en la vida, puede ser tu vocación o tu mayor afición, lo que más te gusta. Solo hay que saber llevarlo, sin que se convierta en una obsesión ni un castigo... porque puede afectar a la salud mental. Deportistas como Ricky Rubio han sido ejemplos de hacerlo público, de que importe, o la selección de fútbol que, a punto de disputar la final del Mundial, han de tener encima la presión constante de los ganadores o vencidos. Jose García Donate, CEO y fundador de donatealdeporte y director de la unidad de psicología deportiva en el instituto Centta, en Madrid, nos explica las condiciones, circunstancias y consejos para esto. Porque el deporte, a veces, es una cuestión de salud mental.