Soledad, lejanía, calor, frío, sequedad, monotonía... tantas cosas que nos pueden hacer pensar en el desierto... Desierto que tuvimos que atravesar como comunidad en el momento en el que perdimos el entusiasmo misionero...
Quedate a escuchar como las huellas de una misión, nos ayudaron a redescubrir, recordar y renovar nuestra vocación, y madurar en la fe...