El caso Moreira no está cerrado, las decisiones de la justicia española no son definitivas y las investigaciones continuaran, por otro lado, la justicia de Estados Unidos tiene ya suficientes pruebas para involucrar a este político mexicano en actividades de traspaso ilícitos de fondos y lavado de dinero; mientras tanto la justicia mexicana continua en el letargo de la impunidad que es la gran salvaguarda de la corrupción en este país.