El humor, durante mucho tiempo considerado un objeto menor o marginal, ha adquirido en las últimas décadas un lugar importante en la historiografía y en las ciencias sociales. Su estudio permite comprender las formas de sociabilidad, las tensiones políticas, los imaginarios colectivos y las estrategias simbólicas con las que las sociedades se han enfrentado al poder, la violencia y las transformaciones culturales. La caricatura es entendida como la representación visual, ha acompañado a la humanidad desde tiempos antiguos. Más que una simple forma de humor gráfico, constituye un lenguaje visual de crítica social y reflexión estética. Su poder radica en la capacidad de sintetizar ideas complejas mediante la deformación intencional, generando tanto risa como pensamiento.