No te a pasado que alguna vez has llegado a una cola y te toca estar al último, que por mas esfuerzo que hiciste llegaste tarde y por eso te va a tomar mas tiempo hacer lo que tenias que hacer?.
Eso te produce fastidio, colera, impaciencia, incertidumbre porque no sabes si vas a llegar a que te atiendan, entonces comienzas a expresar palabras negativas, como, que salado soy, solo a mi me pasa, me lo imaginaba, que perdida de tiempo.
El estar al último puede ser circunstancial, pero qué pasa cuando el panorama cambia y dentro de tu familia eres el último, y si aun no lo fueras te sientes el último, puede ser que creas y percibas que no te toman en cuenta, tal vez nunca te preguntan como te sientes y eso conlleva a que comiences a tener un concepto equivocado de ti mismo por auto evaluarte de manera errónea.
La baja autoestima te da inseguridad, te roba y te esclaviza, no te permite avanzar y es una mentira del enemigo, el diablo, sin embargo nuestro Señor Jesus vino para liberarnos, pero esto es a través de la misma revelación de la palabra en ti, poniendo de tu parte en cuanto a tu comunión y en cuanto a tu confesión.
La autoestima que nos da El Señor es lograr verte como Dios te ve, amado, con propósito, con seguridad, libertad y paz.