Al examinarte a ti mismo y juzgar honestamente tus acciones, puede que sientas la tentación de preguntarte cómo es posible que puedas estar libre de culpa. Mas ten en cuenta lo siguiente: no es en el tiempo donde no eres culpable, sino en la eternidad. Has "pecado" en el pasado, pero el pasado no existe. Lo que es siempre no tiene dirección. El tiempo parece ir en una dirección, pero cuando llegas a su final, se enrollará hacia el pasado como una gran alfombra extendida detrás de ti, y desaparecerá.