de Gibraltar, de los montes del País Vasco a los desiertos de Almería, un

relámpago sacude la escena de la música contemporánea en la Península Ibérica.

En la fusión desprejuiciada de tradición y electrónica, la promiscuidad entre

sonidos y una mirada hacia el futuro están las bases de este movimiento que en

la figura de Idoipe alcanza las tierras de Aragón.

Guiado por la potencia casi deslumbrante

del faro del gallego Baiuca (referente de esta escena pese a su juventud),

el zaragozano Javier Idoipe (cantante de la banda Matafuego Club) se adentra en

estas canciones en el folclore de su tierra, inspirado en la herencia de sus

antepasados, gaiteros en Teruel. Explica el artista que su pretensión es que no

se olvide ese riquísimo legado cultural víctima del abandono de las zonas

rurales de lo que se conoce como la España vacía.

Idoipe muestra en este trabajo su pericia como

selector musical y su conexión con la escena electrónica latinoamericana (desde

el ecuatoriano Nicola Cruz a los colombianos Mitú) y,

valiéndose de grabaciones de campo, archivos de audio de un valor antropológico

e instrumentos como la bandurria o la flauta de pico construye canciones como

‘Eran ellas’ que invitan a un baile en trance junto a la comunidad mientras

dejan un poso de reflexión.

José Fajardo