En esta enseñanza, el pastor Jonathan nos recuerda una verdad que a veces olvidamos: las palabras no solo comunican… transforman.
El centurión entendió que basta una palabra de Jesús para cambiar cualquier realidad, y esa fe movió el corazón del Señor como pocas veces en toda la Escritura.
Si este mensaje te habla hoy, compártelo y deja que su palabra siga corriendo.