Cuidar de nuestra alimentación es algo de lo que escuchamos con mas frecuencia últimamente, aunque, los principios básicos de aquello que abastece nuestro cuerpo también tiene su enseñanza en las Sagradas Escrituras. Pero no solo aquello que alimenta el cuerpo, sino lo mas importante, lo que alimenta nuestra alma, hábitos espirituales que enriquecen nuestro corazón y fortalecen nuestra relación con Dios, siempre deben ser nuestra prioridad. Prestemos atención entonces, a esta importante enseñanza que esperamos sea una bendición en su vida.