¿Y si tu verdadero ministerio no fuera solo tu célula, sino cada paso de tu día guiado por el Espíritu Santo? 💭
Este mensaje es una invitación a volver a lo esencial: ser hijos de Dios que discipulan, pero sobre todo, que se dejan guiar por el Espíritu.
En esta palabra hablamos de:
Que todo hijo de Dios es discipulador, tenga o no una célula abierta.
Que sin el Espíritu Santo podemos tener métodos, programas y actividades… pero no fruto eterno.
Que este es tiempo del Espíritu, y que viene un “año de la promesa” donde Dios quiere derramar poder sobre sus hijos para levantar familias, reconstruir muros y encender una fe viva.
Puntos claves del mensaje
• Sos discipulador donde estés
• Hijos que se dejan guiar por el Espíritu Santo
• Procesos, desierto y promesa
Que esta palabra despierte en vos una oración sencilla pero poderosa:
“Espíritu Santo, te necesito. Guíame, lléname y usame.”
Porque sin Él hay información…
pero con Él hay transformación, obediencia y fruto que permanece. 🔥
📌 Contanos en los comentarios:
¿Qué área de tu vida necesitás rendir hoy al Espíritu Santo?
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