Cabra cuando se vio atrapada, como el resto del planeta, en un océano de

incertidumbre arrastrada por la pandemia y las crisis que nos han golpeado

desde entonces. Nacarile del Oriente (una

expresión coloquial boricua que viene a decir algo así como “de

ninguna de las maneras”) a quedarse parada, a resignarse o a perder la ilusión.

ha dejado arrastrar por las mareas de las mayorías.

Desde su época seminal en Calle 13 junto a sus hermanos ‘Visitante’

(Eduardo Cabra) y ‘Residente’ (René Pérez) hasta su carrera en solitario a

partir del prometedor debut ‘iLevitable’, la

puertorriqueña de 33 años ha ido navegando guiada por la bandera

libertaria de los piratas, sin atender las leyes escritas, conquistando islas

como las del hip hop, el bolero, los ritmos afro del Caribe o la tradición de

Puerto Rico, siempre con las raíces sonoras de América Latina como único faro.

En ‘Nacarile’ ese universo se expande a través de una muy

selecta lista de invitados que la llevan a explorar otros universos sin perder

el alma de su voz: del reggaetón de combate feminista con

Ivy Queen (‘Algo bonito’) a la electrónica experimental de Rodrigo Cuevas

(‘Cuando te miro’), el mariachi contemporáneo de Flor de Toloache (‘A la

deriva’), el rap con Trueno (‘Ningún lugar’) o la canción de autora-folk con

espíritu pop de Natalia Lafourcade y Mon Laferte. Las suyas son aguas que merece

la pena probar.

 

José Fajardo