Necesitamos un amor en la vida capaz de ser valiente y de enfrentar con nosotros cualquier tormenta, así como el amor de Dios para con nosotros.

No se trata de negar las cosas que nos rodean, debemos percibirlas, pero tenemos un poder que actúa en nosotros llamada fe, el cual puede hacer que las circunstancias cambian. 

¡Encuentra siempre razones para ser feliz!, ellas abundan y son más valiosas que el dinero mismo.

La fe verdadera es evidenciada a través de nuestras acciones, de esa manera podemos y debemos predicar a Jesús, el dueño de nuestro corazón. 

La felicidad depende de la gratitud, no de tu contexto. Eres tú quién determina cómo interpretar las cosas que suceden a tu alrededor. 

Si cambiamos la manera en la que pensamos sumado a aquellos pensamientos que siempre tienden a hacernos daño, muchas cosas en nuestra vida también se verán transformadas. Decídete por un cambio.

Tenemos al más grande referente de toda la historia como nuestro ejemplo, Jesús de Nazaret y tú estás llamado a hacer mayores cosas de las que Él hizo.

La decisión de servir puede cambiar radicalmente tu vida, la forma en que ves el mundo y la manera en que los demás te ven. Sirve con todo tu corazón, recordando que lo haces para Dios y no para los hombres.

Toma hoy mismo la decisión voluntaria de no continuar con excusas, ¿sabes que ellas pueden ser un lugar cómodo?, pero al final resultan ser el peor de los sitios para poder descansar. 

Las muletas no tienen sentido cuando quién las usa ya no las necesita, permanecer con ellas luego del proceso de recuperación no tiene ningún sentido. En algunas ocasiones en la vida, tenemos muletas mentales o emocionales, esas que usamos básicamente para escondernos de asumir ciertas realidad, decide hoy vencer todas las excusas que no te permiten avanzar y ve por tus sueños de una vez por todas.