Se nos va de ojo que saber manejar la propia imagen y comprender el sentido e impacto de la comunicación global, son aprendizajes ineludibles para no quedarse atrás.
Por eso resulta incomprensible que la enseñanza no tenga todavía una asignatura troncal, para enseñar comunicación y redes digitales que están delineando el nuevo orden social.
Un desconocimiento que distorsiona las mentes de los más jóvenes que utilizan sus dispositivos digitales como meras herramientas para el entretenimiento; sin ver el impacto que producen en lo personal, lo familiar y lo social. que puede derivar en comportamientos erráticos, obsesivos o incluso violentos. Y que les incapacita para ver que en el mundo las personas tenemos, ya, una doble identidad, física y digital, que debemos manejar y hacernos responsables de ellas, para controlar nuestra imagen ante el mundo y nuestro devenir en lo profesional y en lo personal. Razones por las cuales enseñar el sistema comunicativo y su dinámica para conocer el cambio que provocan, es una tarea inexcusable para que las nuevas generaciones sean actores conscientes de hacia donde se encamina la dinámica de este mundo ambivalente en la que ya vivimos. ¡Que no se te vaya de ojo!