Agradecer no solo es una expresión, es también un habito que puede cambiar la perspectiva de cada día. 

El descanso también es una forma de adorar y honrar a Dios.

Amar... cuando nuestras acciones dicen lo contrario.

Necesitamos volver a Dios para ser transformados para la eternidad y no solo para algo temporal.

Buscamos a dios por obligación o por convicción la decisión esta en cada uno.

¿Cómo esta nuestro vestido para encontrarnos con Jesús?

La perfección es tan subjetiva que no existe una descripción tangible, pero la verdad solo es una, solo una que nos lleva a la salvación, una verdad que trasciende tiempo y espacio.

Dios cuida de nosotros de un manera infinita, y en relación a lo físico es fácil notar su misericordia, pero cuando cuida nuestra corazón parece mas difícil contemplar su obra.

Escogemos las máscaras que queremos que los demás vean, pareciera que nos ocultamos tras un espejo donde lo que menos mostramos es quien somos en realidad.

Creamos personajes para agradar a otros olvidando la realidad mientras que cada fachada nos aleja cada vez más de la verdad. Dejemos de escribir nuestra propia historia y sedamos la pluma al único autor que lo conoce todo -Dios-.