Partimos de una pregunta rara, casi absurda, pero cargada de sentido: ¿existe una palabra para quien pierde a sus abuelos? Y ya que el signo de interrogación reina este episodio, nos pusimos a pensar en cómo las preguntas cambiaron de casa: del inocente Ask Jeeves a su santidad Google. Y ya que estamos, también cuestionamos las funciones que perdimos en el camino —como ese zumbido de MSN que hoy le vendría genial a WhatsApp para sacudir a quien nunca responde...como corresponde.

Después de dos años en pausa, nos fuimos a venir. No sabemos bien cómo funcionan los ciclos: por qué algo se corta, por qué vuelve, por qué dura lo que dura. Pero acá estamos, intentando, probando, aprendiendo. Como Internet mismo: se cae, se levanta, se reinventa, algo por el estilo pero con un elegante toque Né.