El 28 de Junio de 1914 el archiduque Francisco Fernando y su esposa, Sofía, duquesa de Hohenberg, fueron asesinados en Sarajevo. Sus muertes desencadenaron de inmediato una crisis diplomática que condujo al estallido de la Primera Guerra Mundial. El 4 de agosto, Gran Bretaña declaró la guerra a Alemania, lo que a su vez provocaría la entrada en el conflicto de una potencia emergente del Lejano Oriente: el Imperio de Japón.