Una de las más poderosas bendiciones que Dios le ha dado a la humanidad está en el libro de numero capítulo 6. Esta bendición se recitaba por el sacerdote una vez al año sobre todo el pueblo de Israel y se creía que tenía el poder de restituir la bendición sobre la tierra, dando las cosechas a su tiempo, trayendo las lluvias abundantemente, además de echar fuera toda clase de maldición, enfermedad o plaga la nación.
Dios el mismo ayer, hoy y siempre. Su poder sigue presente en medio de nosotros. Hoy te invito a invocar nuevamente el nombre de Dios sobre tu vida y tu familia, creyendo firmemente que su favor está sobre ti.