La economía israelí cambió completamente y pasó de ser una centralizada a una de mercado. Eso es lo que permitió que la inflación bajara de manera radical.
El Banco Central dependía casi exclusivamente del gobierno e imprimía dinero para comprar títulos de la deuda pública. Desde el plan de 1985 se le dio una autonomía total y se le impidió por ley realizar ese tipo de operaciones.
Fuente: Radio Jai