✨ Dios no desecha lo roto, lo transforma. Así como el kintsugi convierte las fracturas en arte con hilos de oro, el Señor usa Su gracia para restaurar nuestras vidas.
* Lo que parece una herida es parte del proceso de sanación.
* Tus cicatrices no son señal de derrota, sino testimonio de Su obra.
* Dios no solo quiere hacer algo para vos, sino en vos.
💛 No te avergüences de tus cicatrices, porque en ellas brilla Su gracia. Tu dolor tiene sentido, porque Dios está formando algo hermoso en vos.