El amor de Dios se manifiesta por medio de el sacrificio de nuestro Señor Jesús, muerto en un madero, levantado entre cielo y tierra para que miremos en el la oportunidad de el perdón de nuestros pecados, Dios no quiere la muerte del pecador quiere que vivamos, y nos ofrece la vida al aceptar a Jesús como el hijo único de Dios, como el camino para poder llegar a estar con él. El que cree en él no será condenado, pero el que no cree ya está condenado, por no haber creído en el hijo único de Dios.