Los culpables y los inocentes son totalmente incapaces de entenderse entre sí. Cada uno percibe al otro diferente de cómo se percibe a sí mismo, lo cual impide que pueda haber comunicación entre ellos, pues cada uno ve al otro de modo distinto de como se ve así mismo. Dios sólo se puede comunicar con el Espíritu Santo en tu mente porque sólo Él comparte el conocimiento de lo que tú eres con Dios. Y sólo Él Espíritu Santo puede contestarle a Dios por ti porque sólo Él sabe lo que es Dios. Todo lo demás que has puesto dentro de tu mente no existe, pues lo que no está en comunicación con la Mente de Dios jamás ha existido. La comunicación con Dios es vida. Sin ella nada puede existir en absoluto.