Es común llenarse de prejuicios al elegir compañeros de juego swinger. No muy altos, no muy chaparros, no muy gordos, no muy flacos y así, se nos va llenando la cabeza con más razones para no divertirnos que con motivos para decir que sí. En este episodio Mariana cuenta como ha ido aprendiendo a quitarse prejuicios, a darle a la gente más oportunidades y a nunca decir... de esta agua no beberé.
Si te interesó esta cápsula y quieres aprender más sobre el mundo swinger, te recomendamos leer nuestro blog: jardindeadultos.net.